lunes, 6 de agosto de 2007

Confesiones peligrosas

No tengo mucho tiempo ni muchas ganas, pero se supone que debo hacer algo digno. Como "hacer" y "algo digno" nunca fue mi fuerte, simplemente voy a contarles algo que me paso hace poco.

Tenia que ir a comprar un remedio a una farmacia. Ya tarde sali sin muchas ganas, llegue, di la tarjeta y la receta, recibi el remedio y me fui mientras el farmaceutico cerraba.
Fin, y todos fueron felices para siempre.

¡Para! me dije a mi mismo a las dos cuadras........
-¿No te falto algo?
-No, cerebro, tengo todo, el remedio, la plata....mmm.........que barato que es este remedio, practicamente no me salio nada.
De hecho no me salio nada, porque no pague ya que la obra social solo cubria el 50 %.
Intente calmarme, crei que ese sentimiento de frio y persecusion seria la noche, y que esas sirenas no vendrian por mi. Luego de pensar un momento que hacer, decidi ir al dia siguiente a pagarle "En la farmacia me distraje con una hermosa computadora, todo sin cables y ultra moderna, con eso no se puede quejar por su distraccion y unos miseros 20 pesos."
Para decir verdad, si puede porque al otro dia me fueron a buscar con la policia y estoy en cana, gstando mi derecho a llamar en esto.

Nah mentira, pero seria interesante. Mas interesante que toda esta boludes seria:
¿Que estafa, robo o malandreria cometio usted sin querer queriendo, habil lector de la cajeta?
Cuenten ahora y arrepientanse o sufran el calvario eterno del infierno escuchando el monologo "humoristico"de Sofovich al mediodia.

P.D: Esto paso hace meses, me olvide de ir al otro dia, asi que cada vez que me piden ir a la farmacia tiemblo.

3 comentarios:

Alexander Supertramp dijo...

Recuerdo que una vez, estaba yo comprando en una conocida casa de comidas rápidas (sory chichos, pero no lo digo porque sino nos tiene que pagar el aviso mc donald´s) y entonces me decidí a hacer mi pedido.
Espero, espero más y me acomodan todas las cosas en la bandejita color caca.
Levanto la bandeja, y a la misma vez me doy cuenta de que no me cobraron. Hago todo el movimiento de bandeja mirando a la cajera, que sonríe, sin haber caído en la cuenta de que esa tarde se iba a su casa con 15 mangos menos (ya que todos sabemos que los ponen de su bolsillo si no les cierra la caja).
Estiré la mirada durante unos segundos más, hasta que dije -Ma siii!- y me mande a mudar para el fondo del local.
Comí con culpa, y esperando a que alguien me viniera a cobrar.
Jamás sucedió.

PD: Soy una mierda, lo sé. Pero nadie hubiera esperado más de mí...

Araña Patagonica dijo...

Ojo: que esto quede entre nosotros.
Solia yo trabajar hace mucho tiempo con otro abogado al cual en los ultimos tiempos ya le patinaba de tal forma el coco de tanto stress.. que vivia en una inmensa y densa nube de pedos.
El hombre en cuestión era muy bueno y muy dadivoso por ende no daba ni ahi para cagarlo.
Un día, el hombre me pide que le vaya a buscar un traje al "sastre" (me vendi con ese término..) y me da algo así como 3.000 pesos cuando en realidad la cifra tenía que ser de 300.-
Yo, honesta a más no poder le dije: Doc, se equivoca, me está dando más plata (cualquiera, incluso ustedes, manga de delincuentes, podria haberse aprovechado de la situación y salir al frente con semejante suma que le venía de arriba). El Doc agradecido por mi actitud extremada y pelotudamente honesta, me aumentó el sueldo (?)
Pero, no todo tiene un final feliz.
La contracara de esta anécdota digna de un Premio Nobel a la Honestidad fue en otro estudio donde el maltrato permanente hacia mi persona era demasiado notorio y las condiciones laborales se hacian cada vez mas insoportables.
En una oportunidad, el titular del estudio (viejo del orto, como para que se tomen conciencia de la magnitud de su hijaputez) me dice: Querida: te dejo 60 pesos para que le pagues a fulano tal cosa.
Para mi sorpresa.. en vez de entregarme un billete de 50 y uno de 10 me entregó uno de 50 y uno de 100.
Sin pensarlo, encanuté los 100 y me calle la bocota.
Se lo merecía.
Me fui feliz y contenta satisfecha por la buena acción del día..

Que no trasciendan porque si voy en cana ustedes me van a llevar cigarrillos al penal de mujeres..
Yo cumplì con la encuesta.

r.- el corre ambulancias dijo...

yo en uno de mis tantos ratos de boludismo, allá por mis años mozos, unos 12, digamos; me apoye en la vidriera de una casa de motos y la raje de punta a punta; salio el dueño y me dijo que como hacia para pagarla, ya que era tan chico, y ahí nomas y en la fucking face, le mentí de un modo descarado: le dije en un rato te mando a mi tío que trabaja en la vidriería Juan B. Justo y lo arreglamos

pobre iluso que se quedo esperando, y pobre de mi, que nunca mas quise pasar por Av. Libertad entre Cabrera y H. Irigoyen